La profecía de The Buggles

06mar
2011
Para comprender si la retransmisión por televisión de la F1 es rentable en España debemos remontarnos bastantes años atrás, tantos como treinta y uno, en concreto a la mañana del viernes 30 de mayo de 1980. Ese día estalló en el circuito del Jarama la guerra entre la FISA (Federación Internacional de Deportes de Automovilismo) de Jean Marie Balestre y la FOCA (Asociación de Constructores de la Fórmula Uno) de Bernie Ecclestone y aunque toda esa historia merecería un artículo completo nos quedaremos con las consecuencias de todo ello y que se resumen en la firma del Acuerdo de la Concordía entre los grandes equipos, Ecclestone y Balestre con el beneplácito de la FIA de Mosley. Por medio de este acuerdo Balestre se quedaba con los derechos de retransmisión , que luego cedería a Ecclestone para que los administrara a través de la FOPA (Promociones y Administración de la Fórmula Uno), pagando un alto porcentaje de los beneficios a la FIA y repartiendo el resto a los equipos.

Viajamos ahora en el tiempo hasta el año 1991 donde la cadena pública TVE1 dispone en su parrilla la retransmisión de los Grandes Premios de Fórmula 1, no buscando beneficio alguno sino más bien para dar cobertura informativa al GP de España. De ahí pasamos al año 1994 donde Telecinco, una cadena privada, se hace con los derechos por dos años pero la falta de beneficios la hace desistir de seguir emitiendo las carreras de la categoría reina del mundo del motor. Hasta el año 1997 en el que la televisión pública catalana TV3 comienza de nuevo a emitir las carreras solo se podían visionar éstas a través del canal de pago Canal Satélite Digital y es en 1999 cuando TVE, junto a TV3, vuelve a emitir Grandes Premios digamos de una forma un tanto reprochable.

Ha de ser la llegada de Fernando Alonso y de Alejandro Agag en el año 2003 la que revolucione el mercado audiovisual del deporte del motor en España. El yerno del expresidente del gobierno Jose María Aznar crea en el año 2002 una empresa denominada Stacourt Limited junto al empresario Flavio Briatore y lo primero que hacen es aliarse con la FOM de Ecclestone, la antigua FOPA. Entre las atribuciones de esta empresa se incluyen la administración de los derechos de televisión de la F1 en España, los concursos de SMS durante la emisión de las carreras y la dirección de la GP2 a nivel mundial. Desde el año 2004 hasta el 2009 Telecinco factura cerca de ochenta millones de euros gracias a la adquisición de los derechos de retransmisión de la F1 a Stacourt Limited y sobre todo gracias a los dos campeonatos conseguidos por u piloto español que hacen subir la audiencia como la espuma.

Pero al terminar el contrato de cinco años Telecinco aduce que pagar quince millones de euros por temporada es demasiado para sus arcas y ni los nueve millones de espectadores de media ni el 47% de audiencia la hacen recapacitar y es en ese momento cuando una novata productora, Mediapro, se hace con los derechos de la F1 al módico precio de doscientos millones de euros (y de paso contrata al comentarista Antonio Lobato quitándoselo a Telecinco). Tras una subasta pública es la cadena privada La Sexta, con Jame Roures a la cabeza, la que se hace con los derechos de la F1 y dado que inviable económicamente soportar ese gasto decide revender estos derechos nuevamente a las cadenas autonómicas de la FORTA. Por solo cuatro millones al año el primer año TV3, TV Canaria, IB3 y 7RMurcia estas cadenas regionales puede emitir la misma señal que La Sexta pero en sus respectivos canales digitales. Al año siguiente solo TV3 continuaría rentabilizando la retransmisión (sobre todo debido a que al ser pública no emite cortes publicitarios) y son otras dos cadenas regionales distintas las que se embarcan en el negocio del Circo de la F1: la valenciana Canal 9 (con Victor Seara al mando, antiguo colaborador de Lobato) y la asturiana TPA.


En términos de rentabilidad y aunque los índices de audiencias son bastante buenos, las cadenas regionales nunca podrán rentabilizar esta inversión. Dos de ellas no emiten publicidad durante las retransmisiones y se especula que la otra ha pagado mucho más de lo anunciado debido al acuerdo con Ecclestone para que se dispute el GP de Europa en la capital del Turia. En definitiva, hemos pasado de la no rentabilidad al extremo opuesto para volver a tener cuatro televisiones, de las que tres claramente malgastan el dinero público para emitir algo que ya se da en abierto, a las que a ninguna le sale rentable el espectáculo de la F1.

Por otro lado la hermana pequeña de la F1, la GP2, comenzó a retransmitirse a través de Telecinco y TV3 en el año 2005, pasando en 2007 a la TDT en Popular TV y en 2008 hasta la actualidad a La Sexta. El coste de adquisición de estos derechos es desconocido pero seguramente mucho menor que los de la F1 y teniendo las audiencias altas debido a que las competiciones suelen ir antes o justo después de un GP quizás si hablemos de rentabilidad en las retransmisiones.

PS: The Buggles fueron los creadores de la mítica canción "Video kills the radio star", un himno que dio comienzo a la era de la televisión espectáculo y a la llegada de los contratos millonarios por publicidad.

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