Como bien dice el maestro D. Arturo Pérez Reverte "hay días que te dan el trabajo hecho y otros llenan por ti lo que has de escribir en estas líneas". Y hoy es uno de esos días, espero que no se torne una costumbre. El caso es que apunto de escribir un artículo sobre el dinero que mueve el comienzo del campeonato de F1 me encuentro este maravilloso artículo publicado en Yorokobu, una revista digital sobre publicidad y Marketing que suelo leer a diario (http://www.yorokobu.es/.es).
Muchas veces no nos paramos a pensar la economía que mueve una simple carrera de automóviles, con este sencillo artículo espero que quede más claro y que nos hagamos una idea de porque al circo también se le llama el negocio de la F1.
En el Ojo Ajeno: ¿le interesa a alguien que empiece la Fórmula 1?
Pues supongo que alguien habrá a quien le interese el tema. A parte de los equipos, pilotos y de demás… Empezando por el promotor local del Gran Premio, que es el que pone el dinero y el circuito. Bueno, y las empresas satélites del promotor local. Las empresas de catering, de montajes de carpas, las de acciones promocionales, las de azafatas, relaciones públicas, agencias de prensa…
Bueno y los propios de mantenimiento de circuitos, personal comisarios. Los equipos de producción de TV, que llevan meses en dique seco, y periodistas, comentaristas, fotógrafos con cámaras nuevas… Transportistas, imprentas de tickets y hasta los que fabrican los cordoncitos donde colgarse la acreditación. Y todo eso en 17 grandes premios.
Bueno y también los hoteles de la zona, alquileres de coches y los touroperadores que comercializan paquetes de entrada + hotel.
Y fuera del ámbito del propio circuito, por supuesto en La Sexta también interesa que empiece. Habrán echado el resto durante el invierno para vender caretas de patrocinio, caretas de caretas, sobreimpresiones sobre sobreimpresiones, microespacios y product placement a mansalva. Las empresas de medición de audiencias y rendimiento de patrocinios…
Y las marcas fabricantes de coches y grandes patrocinadores y las agencias que gestionan sus campañas multinacionales. Y toda la industria auxiliar del automóvil: neumáticos, cascos, frenos y lubricantes.
O esos otros patrocinadores y sus agencias que ponen en marcha proyectos de todo tipo vinculados a la F1. Y toda la maquinaria del merchandising: Gasolineras con imagen de Ferrari, equipos informáticos con logo F1, bebidas isotónicas, empresas de telecomunicaciones, líneas aéreas, bancos, aseguradoras, oficinas de turismo de todo el mundo…. No, si tirando del hilo va saliendo gente.
Las personas que gestionan licencias de marca desde la FOA, los de scalextric para renovar todos los modelos. Ah! lo de los juegos de la Play, los creadores de nuevas apps, que sacarán 1.000 simuladores de carreras.
Los fabricantes de televisiones en 3D porque no sé si será este el año en que se empiecen a transmitir en 3D. Las webs especializadas que dan los tiempos por vuelta en vivo. Y las casas de apuestas online, que son ya un hervidero y ni siquiera ha empezado.
Igual visto así, si que hay quien quiera que empiece la Fórmula 1. Bueno, y supongo que también habrá algún aficionado, porque esto era un deporte ¿no?
0 comentarios:
Publicar un comentario